Top 5: ¡Revolucionando el aula científica!
Por: Omar Alanís Ramírez
El conocimiento científico cambia constantemente, lo que se
conocía hace meses como “verdad” entorno a un fenómeno natural, hoy ha sido remplazado
o actualizado por descubrimientos asombrosos que nos enseñan una vital lección “la
naturaleza no es un producto terminado”.
Existe una gran dicotomía actualmente en la educación de
nuestro país, pues si bien podemos recitar que el conocimiento científico cambia
constantemente, tenemos métodos de enseñanza que caducaron hace décadas y que
hoy en día, no atienden las necesidades de niños y jóvenes que buscan tener un
encuentro afable con las ciencias.
Dejando atrás métodos tradicionales en los que el resultado meramente
memorístico era lo único relevante, me permito compartir una serie de estrategias
didácticas en la asignatura de ciencias 2 (física) que han resultado ser
exitosas al momento de lograr algún aprendizaje esperado, así como de funciones
ejecutivas cerebrales.
1. Líquido no newtoniano
Queriendo acercar a los estudiantes al reconocimiento de las propiedades de la materia, especialmente “los estados de agregación”, se sugiere el siguiente experimento que consiste en formar un tipo plastilina a partir de maizena y un poco de agua. Los estudiantes ponen a prueba su sentido del tacto al moldear esta plastilina y ser engañados al pensar que es en momentos sólido y en otros líquido.
2. Auto de carreras
El aprendizaje de términos como velocidad, rapidez,
distancia, trayectoria, desplazamiento y tiempo, requiere no solamente la
comprensión de los mismos, sino de ponerlos en práctica para diferenciarlos. Es
por esto que se propone la realización de un proyecto tecnológico en el cual se
les da un reto a los equipos de estudiantes “construir un dispositivo que represente
todos los conceptos revisados este trimestre”. Luego de la repartición de roles
y ejecución de ideas, los productos son maravillosos.
3. Mano hidráulica
El reconocimiento de la presión hidráulica como principio
del funcionamiento de algunas maquinas, puede ser una oportunidad muy grande
para hacer que los estudiantes pongan en juego habilidades que impliquen seguir
procedimientos. El resultado óptimo de “construir una mano hidráulica” supone
que los alumnos puedan relacionar las ventajas del principio de Pascal con los
usos prácticos que pueden tener los líquidos en nuestra vida cotidiana.
¡Visita este blog para conocer el procedimiento exacto de la mano hidráulica y para descargar la plantilla para que tus alumnos puedan construirla!:
4. Bolas de fuego que no queman
El proceso de combustión en la naturaleza puede ser
relacionado de manera directa con aislantes para el calor, es por esto por lo
que se propone la práctica titulada “bolas de fuego que no queman” como una
experiencia divertida en la cual los estudiantes juntan 200 gr de sal de mesa
en 5 gasas para posteriormente unirlas con hilo y formar un tipo “pelota”. La
pelota debe ser rociada con alcohol y encendida con fuego, así es ¡fuego! Ante
la sorpresa de los estudiantes, podrán manipular esta pelota en llamas sin
salir lesionados, y de esta forma podrán observar la acción de la sal como aislante
del fuego en un proceso de combustión.
5. La botella mágica
Un recurso muy atractivo para los estudiantes al momento de
revisar aprendizajes relacionados a la composición de partículas de diferentes
estados de agregación de la materia, sería el experimento llamado “la botella
mágica”. Esta requiere que en una botella se agreguen 2 mezclas, la primera conformada
por 300 ml de agua y 50 gr de Hidróxido de Sodio (NaH), y la segunda formada
por 300 ml de agua y 50 gr de glucosa chiclosa. Al momento de unir ambos líquidos,
lo único que queda es agregar unas gotas del colorante llamado “azul de metileno”,
agitar unas 5 veces y esperar el cambio de color que se le denomina “ida y
vuelta”. Esta reacción es una prueba irrefutable del comportamiento de las
partículas en el estado líquido de la materia (tipos de movimiento y cambio de
coloración).
El presente top 5 de actividades ha tenido como resultado que
estudiantes de secundaria:
-Demuestren mayor compromiso por la asignatura ya que los
estímulos positivos en la misma los motiva para desarrollar su aprendizaje
duradero.
-Desarrollen la “memoria explicita” al ofrecerles constantemente
“elementos sorpresa” en las prácticas experimentales llevadas a cabo.
-Generen curiosidad por lo desconocido y entusiasmo para
enfrentarse a un problema.
-Se integren al trabajo en equipo y fomenten la organización
grupal.
-Respeten las opiniones ajenas.
-Fortalezcan espíritu crítico a la hora de cotejar los
resultados.
-Reflexionen tras la realización del experimento para
extraer conclusiones.
-Sean más rigurosos en el trabajo realizado.
No cabe duda de que hoy en día, la enseñanza memorística y
sentido de la ciencia como “ente único y absoluto” ha quedado totalmente
relegada. Es momento de apostar a una enseñanza científica que promueva un
aprendizaje activo en donde niños y jóvenes desarrollen nuevas estructuras
neuronales y cognitivas al momento de asombrarse, maravillarse y moverse con la
finalidad de obtener la respuesta acerca de un problema o desafío que puede
presentar un simple experimento o realización de proyecto. Formemos más alumnos
curiosos y menos adictos a las respuestas sencillas.
Bibliografía empleada:
Arce Urbina, María Elena (2002). El valor de la experimentación en la enseñanza delas ciencias naturales. el taller de ciencias para niños de la sede del atlántico de la universidad de costa rica: una experiencia para compartir. Revista Educación, 26(1),147-154.[fecha de Consulta 23 de Mayo de 2021]. ISSN: 0379-7082. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44026112
Carmo, José Manuel (2015). Aprender ciencias de un modo experimental. VARONA, (60),30-35.[fecha de Consulta 23 de Mayo de 2021]. ISSN: 0864-196X. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=360637746005
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